El pasado mes de abril, el propio Mark Zuckerberg explicaba a través de su cuenta en Facebook que el equipo de la red social había acordado la compra de Instagram, una de las aplicación para dispositivos móviles con más éxito en los últimos meses. La cantidad de la operación se cifró en 1.000 millones de dólares (797,5 millones de euros).
Sin embargo, como ocurre con las adquisiciones de empresas que suponen una gran suma de dinero, la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos (FTC) abrió una investigación el pasado mes de mayo sobre esta compra para velar por que no se incumplan la leyes de competencia. La FTC contactó con Google y Twitter para la investigación aunque no reveló qué tipo de información buscaba de estas grandes de Internet.
Tres meses después del inicio de estas investigaciones, la propia FTC ha confirmado la aprobación de la compra a través de su página web. "La Comisión Federal de Comercio ha cerrado su investigación no pública de la propuesta de adquisición de Instagram por parte de Facebook, sin tomar ninguna acción. En consecuencia, el acuerdo puede proceder tal como se propone", asegura la comisión.
De esta manera, la FTC no ha encontrado ninguna prueba de que esta compra supusiese una amenaza para la competencia. La decisión de Mark Zuckerberg de adquirir Instagram se debió a que el equipo de la red social quería mejorar sus opciones para compartir fotografías. "Durante años nos hemos centrado en la mejora de la experiencia para compartir fotos con amigos y familiares. Ahora, vamos a ser capaces de trabajar aún más estrechamente con el equipo de Instagram para ofrecer las mejores experiencias para compartir fotos desde el móviles con la gente en función de tus intereses", ha explicado.
La intención de Facebook es "aprender de la experiencia de Instagram para construir características similares" en la red social.
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