martes, 15 de julio de 2014

Redes sociales en la empresa: ¿Sí o no?


La línea que divide las redes sociales y las empresas es ya muy difusa. Pese a los intentos de muchas empresas de vetar el acceso, la tendencia al alza llamada como BYOD, es decir, que los trabajadores lleven sus propios dispositivos tecnológicos en el trabajo, hace que sean medidas inútiles. Llegados a este punto, y tal y como se destaca desde UPCnet, es clave reflexionar sobre el uso de las redes sociales en las empresas y si este puede explotarse con el fin de potenciar la cultura corporativa.

Más conectados, más productivos
Pese a lo que se suele creer y muchos directivos piensan, el acceso a las redes sociales no afecta a la concentración sino que, por el contrario, “hace que el trabajador sea más productivo”, afirma Javier Otero, Responsable de gestión del conocimiento de UPCnet. Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Warwick en el que se confirma que la gran diversidad de canales de comunicación existentes permite a las personas flexibilizar su trabajo respecto al momento y al lugar donde se desarrolla.

Redes corporativas: mejora del clima laboral y de la comunicación interna
En lo relativo al beneficio del uso de las redes sociales por parte del empleado, es más palpable cuando este se relaciona dentro del ámbito de una misma comunidad virtual corporativa. En este sentido, la mejora de la gestión autónoma del trabajo y del conocimiento es más visible. “Más allá de los aspectos más operativos, los medios sociales aportan también beneficios en cuanto al clima laboral y la comunicación interna” comenta Otero. Así, según datos de un análisis de WDStorage, el uso de las redes sociales fomenta la cultura de la empresa (45%), mejora las relaciones entre los empleados (46%) y fomenta un espíritu colaborativo (37%).

Objetivo: perder el miedo
En definitiva, se recomienda para la empresa perder ese miedo que existe en torno a la utilización de las redes sociales y “aprovechar las ventajas que puede suponer el uso de las redes sociales para la empresa, aunque no se disponga de herramientas que cuantifiquen su impacto económico”. En este sentido, la predilección de los consumidores por asesorarse en las redes en cuanto a productos y marcas, abre un espacio de comunicación privilegiado cuando se plantea a nivel interpersonal. Permitir que los trabajadores de la empresa tomen protagonismo en la interlocución con su entorno social conlleva una negociación previa y transparente entre las dos partes. Siempre que sea posible, este acuerdo permite potenciar la marca corporativa (o de producto) y la marca personal de las personas que forman parte de la organización.

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