LA CEJ cree que si se les permite a estos competidores recibir licencias para el desarrollo del juego online en España la industria de juego presencial, entre los que se cuentan, quedaría afectada de manera importante.
El presidente de la CEJ, Fernando Henar, es de la opinión que este hecho “provocaría un trato discriminatorio” que financiaría a esos operadores online “de manera desleal por la diferencia de presión fiscal entre unos y otros”.
Henar señala especialmente las intensas campañas de marketing que desarrollan esos competidores “con regalos, promociones, patrocinio sin límites, frente a las restricciones que impiden estas mismas actividades en el juego presencial”.
Para CEJ “el generoso tratamiento que pretende otorgar el Gobierno a los operadores online sólo sería posible, gracias a que las empresas operadoras de bingo tributan a un tipo medio del 62%”.
Los bingos aportaron en 2011 cerca de 3.500 millones de euros en impuestos y mantienen en España más de 400 establecimientos con 15.000 puestos de trabajo directos.
Hodar califica el juego online de “agresivo y depredador” frente a las diferencias que tienen los players del juego presencial que “deben hacer frente a una regularización exhaustiva”.
Los empresarios de bingos en España piden al Gobierno “la igualdad de trato para los mismos juegos con independencia del canal donde se oferte”.
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