El e-commerce es, sin duda, uno de los nichos con mayor potencial para el sector logístico pero también uno de los que más transformaciones e innovaciones plantea. El gran reto en estos momentos para los operadores logísticos es pasar en este ámbito del B2C al B3C, es decir, convertirse en agentes proactivos que escuchen a proveedores y clientes y presten nuevos servicios que multipliquen el valor añadido del comercio electrónico.
Así lo expuso ayer en Madrid Eduardo Zapata, director del CITET, quien defendió que los estudios avalan que hay numerosos servicios vinculados con la logística que ahora mismo no se prestan en el comercio electrónico y que en muchos casos los clientes estarían dispuestos a pagar, como seguros a todo riesgo, contra-reembolsos o entregas en sábado.
“Lo que debe hacer el sector logístico es la reflexión estratégica acerca de qué servicios de valor añadido son capaces de prestar los operadores y, desde el conocimiento profundo de nuestra actividad, integrarnos más con ‘B’ y escuchar más a ‘C’ para pasar del modelo B2C al modelo B3C, donde el operador logístico actúe de forma proactiva”, destacó Zapata.
Un operador logístico que no debe olvidar que el e-commerce conlleva una importante transformación de los usos logísticos habituales.
Según Juan López, director comercial de Generix, el comercio electrónico plantea a los operadores logísticos cambios en las superficies, en los tiempos y en las exigencias de salida; cambios en la preparación de pedidos, la distribución y las bases del servicio; cambios en los sistemas de información, en la metodología de almacenamiento o en los medios técnicos. “Y todo ello con la obsesión por la calidad, pues el nivel de exigencia es absoluto y se pierden los clientes al mínimo fallo”, dijo López.
En el ámbito estricto del transporte hay cambios tan evidentes como el de las franjas horarias de entrega, la dificultad de acceso a los puntos de entrega, la extensión geográfica de las entregas y las exigencias de servicio, con la información permanente a los particulares sobre el estado de los envíos. Es por tanto el transporte un reto más, donde los operadores están respondiendo con seguridad, aunque el tema del coste sigue sin estar resuelto en lo que respecta al que vende y en lo que respecta al que compra.
Según Toni Villar, gerente de Desarrollo de Negocio de ID Logistics, “los costes actuales del transporte no cubren lo que se paga en el comercio electrónico, de tal forma que sólo es rentable para determinados volúmenes”.
“Al final la empresa de comercio electrónico debe reducir su margen para hacer rentable el transporte u opta directamente por asumirlo en su totalidad cuando decide ofrecerlo gratuito para estimular la venta”, afirmó Villar.
En cuanto al punto de vista del cliente, tal y como se constató en el coloquio, éste busca en internet un precio más competitivo y cuando al final se le añade el precio del transporte sólo lo ve como una carga que genera rechazo. Así, el 93% de las compras interrumpidas son abortadas en el momento que se informa del sobrecargo por transporte, comentó Villar.
Publicado por Manuel Jiménez en www.diariodelpuerto.com
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