Los usuarios de teléfonos inteligentes están rechazando o desinstalando algunas aplicaciones tras un aumento de la preocupación sobre la cantidad de datos personales y privados que recolectan, según un estudio estadounidense publicado ayer miércoles.
El estudio del Pew Internet Project encontró que el 54% de los usuarios de móviles que se bajaron aplicaciones decidieron no instalarlas cuando se dieron cuenta de la cantidad de información personal que necesitarían compartir para poder usarla.
Además, un 30% de los usuarios de aplicaciones han desinstalado una aplicación que ya estaba funcionando en su dispositivo móvil porque se dieron cuenta de la cantidad de información personal que almacenaba y no querían compartir.
El estudio se produce en un momento de mayor preocupación entre los legisladores estadounidenses y los grupos de defensa de las libertades civiles sobre la información que recogen los teléfonos y otros dispositivos móviles, a menudo sin conocimiento del usuario.
El estudio del Pew encontró que tanto los usuarios de Android como del iPhone eran igual de proclives a borrar o evitar aplicaciones debido al miedo sobre la información personal que guardan.
"Cuando las aplicaciones de teléfonos móviles se convierten en un portal cada vez más importante para las comunicaciones y los servicios en línea, los teléfonos de los usuarios se han convertido en ricos depósitos (de información) que sirven de crónica de sus vidas", afirma Mary Madden, una investigadora asociada y coautora del informe.
"La forma en la que una aplicación móvil trata los datos personales es una función que muchos usuarios de móviles toman ahora en consideración a la hora de elegir las aplicaciones que usan", dijo.
El estudio mostró que muchos usuarios están preocupados ante la posibilidad de perder su teléfono o de que les sea robado, por lo que están tomando precauciones en caso de que eso ocurra.
Un 41% de los propietarios de teléfonos móviles guardan copias de sus fotos, contactos y otros archivos en sus teléfonos y un 32% limpia su historial de navegación o de búsqueda en su teléfono.
También un 19% apagan la función de rastreo de situación o lugar en que se encuentran ante el miedo de que otros accedan a esa información.
El estudio encontró que un tercio de los propietarios de celulares habían experimentado la pérdida o robo de sus dispositivos y un 12% sufrió la experiencia de que otra persona accediera a contenidos en su teléfono de una forma en que sintieron que su privacidad fue invadida.
"El aumento de teléfonos inteligentes ha alterado de forma drástica la relación entre los usuarios y sus teléfonos en lo que se refiere a vigilancia y salvaguarda de su información personal", dijo Aaron Smith, uno de los coautores del informe.
"La riqueza de los detalles íntimos almacenados en los teléfonos inteligentes los convierte en similares a los diarios personales del pasado, la información que contienen es difícil de reemplazar si se pierde y puede ser potencialmente embarazosa en las manos equivocadas", señaló.
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