Las grandes cadenas de distribución dedicadas a la alimentación siguen sin despegar en la venta a través de Internet. En el caso de Mercadona, la cadena valenciana liderada por Juan Roig, apenas supone un 1% de los ingresos globales del grupo --que superan los 19.000 millones de euros-- tal y como confesó el propio empresario en la última presentación de resultados.
Pero no es la única. DIA, por ejemplo, no desglosa dentro de la facturación global, qué porcentaje proviene de las ventas on line. “Todavía es muy residual. Sólo tenemos el servicio en Madrid y no en todos los municipios”, subrayan fuentes de la firma a Economía Digital.
Y, en lo que se refiere otras empresas como Carrefour o El Corte Inglés, aseguran que las visitas de sus supermercados virtuales crecen respecto a años anteriores --353 y 137 millones de páginas vistas, respectivamente--, pero siguen sin detallar qué facturación proviene de este canal al tratarse de una parte reducida del negocio.
Problemas con la oferta
¿Por qué las grandes cadenas de supermercados no acaban de arrancar en el e-commerce? “En España, lo que compramos a través de Internet es todavía muy poco comparado con Europa, apenas un 5% de media. Los motivos son varios, como la oferta y también el clima. En los países del Mediterráneo la gente sale más a la calle y entra, por tanto, a las tiendas; en otros como Suecia o Inglaterra no ocurre con tanta frecuencia”, explica el director del Centro Retail Management de Eada, Xavier Bordanova.
En la misma línea se expresa el Instituto Superior para el Desarrollo de Internet. “España en comercio electrónico está al nivel de Polonia y no de Italia, que es al que debería estar. Empresas grandes como El Corte Inglés no lo han impulsado y eso ha hecho que otras se frenen”, detalla el consejero delegado de ISDI, Nacho de Pinedo.
La moda y los viajes se suben al tren
Al contrario de lo que ocurre en la alimentación, otros ámbitos dentro de la distribución --como la venta de ropa o de viajes-- han conseguido hacer de Internet un buen escaparate y, por consiguiente, una importante fuente de ingresos.
“En alimentación es donde menos se vende por Internet, es un sector que ha decepcionado. Sin embargo, desde hace tres años y medio en la moda se ha abierto esta vía para vender producto de marca a precio normal y no sólo con descuentos. El sector del textil crece y algunos ejemplos son Inditex y Mango”, subraya Bordanova.
Menos márgenes y más costes de envío
Entre las diferencias que presentan unas empresas y otras dentro de la distribución son los márgenes. “Lo que ocurre es que los distribuidores de alimentación trabajan con márgenes muy bajos y no pueden, por tanto, hacer el transporte gratuito, lo que se encarece la compra entre seis y 12 euros".
"De este modo, no se puede comprar el mismo producto en el supermercado que en Internet al mismo precio y los consumidores optan por ir a la tienda”, explica el experto de Eada. También coincide en ello Pinedo, quien asegura que algunas empresas de distribución en España no están optimizadas al nivel que requiere Internet.
De momento, y al margen del canal on line, algunas cadenas de alimentación apuestan fuerte por establecimientos de proximidad y hacerse un hueco en los mercados municipales. “Las tiendas de barrio han crecido con la crisis porque ahora el consumidor español compra menos y lo más cerca posible”, concluye Bordanova.
Firmado por Estefania Oliver en www.economiadigital.es
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