Expertos reunidos por la Universidad Carlos III de Madrid, en unas jorandas sobre educación online, han concluido que los cursos masivos abiertos pueden revolucionar la docencia actual. Habrá que adaptar las clases al nuevo sistema de transmisión, señalan, puesto que no basta con grabarlas en vídeo y colgarlas en la red.
Esa es una de las conclusiones extraídas de las investigaciones de eMadrid, un proyecto coordinado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) que reúne a los principales grupos de investigación madrileños en tecnologías de apoyo al aprendizaje, y que acaba de celebrar unas jornadas para analizar el futuro de este tipo de enseñanza.
Los MOOCs (Massive Online Open Courses) están ligados al desembarco de la cultura digital en todas las áreas de nuestra vida, desde la forma de escuchar música hasta la manera de hacer fotos, leer el periódico o ver una película.
“Antes había que tener una radio, una cámara, ir al quiosco a comprar el diario o ir al cine, pero ahora ya existen aplicaciones que permiten que hagamos todo eso de forma digital”, decía el coordinador de la red eMadrid, Carlos Delgado Kloos, durante la inauguración de estas jornadas dedicadas al efecto transformador de la tecnología de los MOOCs sobre la educación que se han celebrado en el campus de Leganés de la UC3M con más de dos centenares de inscritos.
Este proceso disruptivo en el que la tecnología transforma de forma sucesiva nuestra realidad cotidiana no se mantiene ajeno al mundo de la docencia, que se enfrenta al dilema de tener que adaptarse a este nuevo modelo educativo caracterizado por la masificación y progresiva personalización de los contenidos o permanecer fiel a su esquema de clase magistral.
Ante este panorama, se plantean diversas cuestiones: ¿cómo afectarán los nuevos desarrollos tecnológicos a la Educación Superior? ¿La docencia seguirá siendo presencial o será, por el contrario, online? ¿Surgirán otros métodos de enseñanza? ¿Se desintegrarán los temarios en pequeñas piezas de consumo rápido? ¿Quién será el encargado de certificar los estudios y evaluar las mejores herramientas docentes? ¿Surgirán nuevas alianzas entre instituciones? ¿Cuál será el papel de la universidad? ¿Y el del profesor?
La educación superior y la universidad en particular tendrán que tratar de responder a estas cuestiones y adaptarse a los nuevos tiempos, donde cobran protagonismo las nuevas tecnologías, la accesibilidad, la movilidad y un nuevo tipo de interacción social a través de las redes.
Según los investigadores, los MOOCs democratizan la educación, porque basta con tener acceso a internet para que cientos de miles de estudiantes se puedan apuntar en abierto a este tipo de cursos. “No se trata de replicar una clase magistral online, porque eso se puede hacer a través de un vídeo, sino de elegir las partes del proceso educativo que se pueden implementar en estas plataformas manteniendo la figura del profesor, que sigue siendo necesario en este contexto”, explica Carlos Delgado Kloos, que es catedrático del departamento de Ingeniería Telemática de la UC3M, en la nota de prensa de la Universidad.
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