"La crisis ha afectado al juego con más intensidad que a otros sectores", apunta José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda. Miguel Ferrer, portavoz de la Asociación Española del Juego Digital, está de acuerdo con él pero asegura que el impuesto del 25% que pagan las empresas es la principal causa de las pérdidas en el mercado. "Las tasas deberían ser mejoradas", afirma Ferrer. Sin embargo, la carga fiscal que soportan las apuestas deportivas, el póquer o el blackjack, tienen una importante función. "El impuesto pretende desincentivar la actividad para que resulte más caro participar y evitar así posibles consecuencias negativas en la salud del jugador y a nivel socioeconómico". "No debemos olvidar la dependencia que crea esta actividad", señala Mollinedos.
Miguel Ferrer, portavoz de la Asociación Española del Juego Digital |
El informe señala que existe el riesgo de que alguno de los 51 operadores españoles puedan huir a otros países con menor carga fiscal como Reino Unido, Dinamarca o Italia. "En Francia es un hecho que ya se está produciendo porque allí los impuestos son aún más fuertes", explica el portavoz de la patronal.
El Ministerio de Hacienda jugó al alza. Pensaron que en 2013 el sector crecería en torno al 10%. Pero la recaudación del impuesto sobre el juego supuso casi 90 millones de euros en 2012 y el año pasado no llegaron a los 75 millones de euros.
Ambas partes consideran que la regulación ha sido positiva. "Ahora el juego online es seguro y garantista para los jugadores. Hay que conseguir que funcione, que sea rentable y beneficioso para todos", apunta Ferrer.
Firmado por Marilén Echapare en www.cadenaser.com
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