Facebook ayuda a las personas a sentirse conectadas pero no necesariamente les hace más felices, según concluye un nuevo estudio de la Universidad de Michigan (UM), en Ann Arbor, Estados Unidos, publicado en 'Plos One'. En realidad, el uso de esta red social puede servir para atisbar disminuciones en el bienestar del usuario, como demuestra la investigación.
"En apariencia, proporciona un recurso inestimable para satisfacer la necesidad humana básica de conexión social --argumentó el psicólogo social de la UM Ethan Kross, autor principal del artículo y profesor asociado en el Instituto de Investigación Social (ISR, en sus siglas en inglés)--. Pero en lugar de mejorar el bienestar, hemos encontrado que el uso de Facebook predice el resultado opuesto, lo socava".
Para el neurocientífico cognitivo de la UM John Jonides, otro de los autores del artículo, el resultado del estudio es relevante al dirigirse al núcleo de la influencia que las redes sociales pueden tener en la vida de las personas. Para el estudio, reclutaron a 82 adultos jóvenes, todos ellos propietarios de teléfonos inteligentes y con cuentas de Facebook.
Los científicos usaron el sistema de muestreo, una de las técnicas más fiables para medir cómo las personas piensan, sienten y se comportan en cada momento en su vida diaria, para evaluar el bienestar subjetivo con mensajes de texto aleatorios cinco veces al día durante dos semanas.
Cada mensaje de texto contiene un enlace a una encuesta digital con cinco preguntas: ¿cómo te sientes en este momento?, ¿estás preocupado en este momento?, ¿te sientes solo ahora?, ¿cuánto has usado Facebook desde la última vez que te lo preguntamos? y ¿cuánto te has relacionado con otras personas "directamente" desde la última vez que te lo preguntamos?
El estudio detectó que cuanto más se usa Facebook durante un periodo de tiempo, peor te sientes después. Los autores también pidieron a los participantes que calificaran su nivel de satisfacción con la vida al inicio y al final de la investigación, gracias a lo que hallaron que cuanto más utilizaron Facebook los participantes durante las dos semanas de análisis, más se redujeron sus niveles de satisfacción con la vida con el tiempo.
Es importante destacar que los investigadores no encontraron evidencia de que la interacción directa con otras personas a través del teléfono o cara a cara influenciara negativamente en el bienestar. En su lugar, descubrieron que las interacciones directas con otras personas llevaron a la gente a sentirse mejor.
Tampoco encontraron evidencia de posibles explicaciones para el hallazgo de que el uso de Facebook socava la felicidad. Las personas no eran más propensas a usar Facebook cuando se sentían mal y, aunque las personas utilizaban más esta herramienta cuando estaban solos, la soledad y el uso de Facebook predecían de forma independiente cómo de felices se sentían los participantes posteriormente.
"Por lo tanto, Facebook no se usa como sustituto de sentirse mal o solo", concluyó Kross. Los investigadores esperan realizar más investigaciones con participantes de una variedad de grupos de edad para examinar la posibilidad de generalizar estos resultados y los mecanismos psicológicos que subyacen en ellos.
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