Las directrices aprobadas este viernes llegan tras la reciente quiebra de Mt.Gox, la conocida casa de cambio de bitcoin domiciliada en Tokio, que ha llevado al Ejecutivo nipón a ser el primero del mundo en dar los primeros pasos para crear un marco legal en torno al comercio de esta moneda.
Entre las disposiciones aprobadas, el Gabinete del primer ministro, Shinzo Abe, estableció que las ganancias derivadas del mercadeo online de bitcoins, los procesos de compra realizados con la criptodivisa y las rentabilidades obtenidas por empresas en esa moneda estarán sujetas a impuestos en Japón.
El bitcoin también ha sido definido como una mercancía similar a los metales preciosos que no puede ser manejada por los bancos japoneses ni por las casas de bolsa del país asiático.
Ante el temor a que la criptodivisa sea empleada para actividades de lavado de dinero, el Gobierno también ratificó que acciones de este tipo serán tipificadas como un delito de acuerdo a la ley nipona.
Hace exactamente una semana Mt.Gox anunció un desfase en sus cuentas de bitcoin equivalente -según su tipo de cambio del 25 de febrero- a casi 3.000 millones de yenes (unos 21,03 millones de euros), y reveló además la desaparición de 850.000 bitcoins que había detectado a principios de febrero.
De ellos, 750.000 pertenecían a sus clientes y el resto a la compañía, que cifró su pérdida en 11.400 millones de yenes (unos 79,92 millones de euros) por el supuesto ciberataque.
Mt.Gox se plantea presentar una demanda por este robo, algo que puede resultar complicado debido a que la divisa no cuenta con protección legal alguna.
No obstante, pese a las directrices adoptadas este viernes, la administración nipona aún debe establecer qué ministerio o agencia deberá monitorizar las transacciones e irregularidades relacionadas con el bitcoin, una tarea muy compleja puesto que actualmente las transacciones con esta divisa electrónica, creada en 2009, son anónimas.
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