Al comprar productos digitales en Internet, por lo general, se aplican distintos derechos para los consumidores que al comprar productos físicos online. Pocos consumidores conocen estos derechos especiales y en la compra de algunos servicios digitales no siempre queda claro realmente qué costes pueden estar ocultos.
Teniendo en cuenta estas carencias, y con motivo del Día Mundial de los Derechos del Consumidor, celebrado el 15 de marzo, Rafael Gómez-Lus, experto legal de Trusted Shops en España, enumera dos factores imprescindibles que los consumidores deben tener en cuenta durante la compra de libros electrónicos y descargas de música, y ofrece consejos prácticos para evitar los costes en aplicaciones de juegos supuestamente gratuitos:
1. Al iniciar una descarga ya no es posible su devolución: Una vez iniciada la descarga, ésta no puede ser devuelta en absoluto . Por ejemplo, los juegos de PC y consola que se compran como descarga no pueden ser devueltos al proveedor después de haber iniciado la descarga y haber sido confirmada y aceptada por parte del consumidor expresamente, por lo que se pierde el derecho de desistimiento. A partir de junio de 2014, debido a la entrada en vigor de la nueva directiva europea de consumo, este punto quedará claramente regulado a través de un nuevo derecho de desistimiento para las descargas.
2. Imposibilidad de transferencia de los derechos de uso a un segundo consumidor: Los usuarios que compran y descargan música o libros electrónicos a través de Internet adquieren un derecho de uso único. A diferencia de la compra de productos físicos, como un CD de música o un libro, los compradores de estos bienes digitales no poseen realmente nada. Este derecho de uso está generalmente vinculado a una única persona, de esta manera, quien descarga una canción y, por lo tanto, adquiere una licencia, no puede simplemente prestársela a un amigo, cederla o vendérsela a alguien.
3. Protección a la infancia en juegos supuestamente gratuitos que pueden estar sujetos a obligaciones de pago: Los consumidores, y en especial los padres, deben comprobar a menudo si las aplicaciones de juegos que últimamente están muy de moda y que supuestamente son gratuitas rea lmente lo sean. Con frecuencia, las aplicaciones de juegos gratuitos ofrecen algunas funciones que solo pueden adquirirse mediante la compra. En un breve periodo de tiempo se pueden llegar a acumular costes de varios miles de euros, por eso, especialmente cuando se instala una aplicación para niños, los padres deben saber necesariamente que la contraseña de iTunes permanece activa en segundo plano durante otros 15 minutos después de haberla introducido. Durante este tiempo el niño puede efectuar una compra integrada en la aplicación sin necesidad de introducir la contraseña. Los propietarios de un smartphone o una tableta también deben comprobar si el dispositivo o el software le ofrece una función de bloqueo para menores desde el menú de “configuración”. Si el menor ha incurrido en este tipo de costes, los padres no podrá ;n reclamar el dinero, ya que "ceder" el dispositivo, incluyendo el acceso a la tienda de aplicaciones con los datos de la tarjeta de crédito almacenados, permite que el menor lleve a cabo transacciones en su nombre.
“Es muy importante que los consumidores conozcan sus derechos a la hora de comprar productos digitales a través de internet, para ello deben informarse y poner especial atención antes de realizar una compra de estas características.”, apunta Rafael Gómez-Lus.
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