Las malas prácticas profesionales y los engaños de todo tipo no son exclusivos de ningún sector en particular. Se inventaron mucho antes de que naciera la publicidad digital y de que nos familiarizásemos con el Internet móvil. Sin embargo, estas industrias en continua evolución, en las que es imposible controlar todos los factores, resultan especialmente vulnerables a estas actividades que bordean la legalidad o incluso suponen un delito. En particular, en estas últimas semanas tengo constancia de un par de prácticas comunes que afectan a redes de afiliados, las cuales, por ser sistemas abiertos con un modelo de "autoservicio" para soportes y anunciantes, pueden ser especialmente vulnerables.
Las técnicas utilizadas por los afiliados fraudulentos pueden ser más o menos sofisticadas: desde promociones ficticias en SEM para capturar el tráfico orgánico como propio al sencillísimo ‘simpa’, dejando impagadas facturas de campañas de publicidad que se ha obtenido de un tercero. La cuestión es que, en todos los casos, estas técnicas fraudulentas no solo perjudican a aquel a quien afectan directamente, sino que generan desconfianza en toda la industria. Por ello es importante denunciar a quienes desarrollen actividades ilícitas.
Recientemente leía un detallado análisis de una empresa que descubrió que muchos afiliados se asignaban ventas fraudulentas mediante la promoción en Google de cupones de descuento falsos, con lo cual la empresa acababa pagando a estos afiliados por ventas que se hubiesen producido de todos modos. Veamos como funciona: Imaginemos el sitio de ecommerce compras.com. Un usuario está completando una compra y ve que se aceptan cupones de descuento. En ese momento abre una ventana nueva y busca cupones de descuento para ese sitio web en Google. Los resultados son paginas que albergan afiliados fraudulentos, en los que se ofrecen códigos de descuento falsos. Si el usuario va a una de estas páginas a buscar un código, quedará marcado como si viniese del afiliado. Luego vuelve a compras.com e intenta utilizar su código, descubriendo que no funciona, pero de todos modos completa la compra, que ya quedará asignada al afiliado.
Por mi parte, puedo hablar en primera persona de un caso mucho más sencillo: Cada mes recibimos solicitudes de empresas extranjeras vía email que buscan contratar una campaña en display móvil en un modelo de pago por impresión (CPM). Normalmente se trata de campañas recurrentes en la que estiman una inversión material cada mes (del rango de los 10 o 20 mil euros) para un cliente que en muchos casos es totalmente legítimo. El último que he recibido era para una campaña de Yoox.com, por ejemplo. Es difícil decir que no a una oferta tan tentadora, pero las probabilidades de que no paguen son prácticamente del 100% cuando sucede lo siguiente:
- La agencia o cliente directo que te contacta no acepta prepagos
- No ofrece referencias (tampoco te fíes si te las dan, que en algunos casos en los que he investigado han llegado a dar referencias falsas)
- Te piden promocionar una campaña donde el sitio web de destino no está en el idioma local, o si se trata de una campaña móvil y no está optimizado para el móvil
- El website de la empresa que te contacta lleva disponible poco tiempo y la identidad del propietario no es conocida. Puedes utilizar webs como www.scamadviser.com para encontrar esta información, que además ofrecen el “nivel de confianza” de cada sitio web. Si el sitio es nuevo y de propietario desconocido, no te confíes porque el nivel de confianza sea alto. Hay una ventana de tiempo hasta que el fraude sea evidente, y es lo que aprovechan los sitios web fraudulentos , que crean nuevos sitios web cada poco tiempo.
- En el caso en el que te contacte una “agencia”, el servicio que quieren promocionar en la campaña cuenta con una programa de afiliación.
¿Y como hacen caja los afiliados fraudulentos? Pues en algunos caso te puede contactar alguien que quiere conseguir dinero de los usuarios finales que atraiga gracias a tu campaña, a los cuales ofrecerá probablemente un servicio fraudulento. Será el caso de una empresa como www.petsmoll.com, que “vende” servicios para mascotas. En los casos en los que te contacta alguien que se hace pasar por agencia, lo que hacen es ser parte del programa de afiliados del cliente al que dicen representar (aunque probablemente lo serán con otro nombre), gracias a lo cual se llevan un porcentaje de las ventas que se produzcan gracias al tráfico que consiguen sin pagar. Ejemplos de “agencias” de los que he recibido emails son adnetiks.com o qdsocial.com.
Es importante que las redes de afiliados establezcan procesos de monitorización de sus afiliados que eviten en lo posible estos casos, ya que las ganancias que puedan conseguir a corto plazo no compensarán el daño a largo plazo para la industria de la afiliación. Por otra parte, si nos encontramos del lado de las victimas potenciales, debemos siempre denunciar cualquier intento de fraude, haya tenido éxito o no. En España, es posible denunciar este tipo de delitos a la Policía o a la Guardia Civil ) .
Nos gustaría llamar la atención de todas las empresas sobre este tipo de prácticas porque, a la larga, no denunciarlas nos perjudica a todos. Genera desconfianza en el sector digital y nos hace más vulnerables a los desaprensivos y, en muchos casos, estafadores.
Por Noelia Amoedo, CEO de mediasmart
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